Un equipo de investigadores ha estado examinando el fenómeno conocido como ‘Tukdam’, o ‘meditación póstuma’, cuando los monjes que son clínicamente declarados muertos permanecen sentados erguidos sin signos de descomposición corporal durante días o incluso semanas.
«Estamos buscando posibles métodos que puedan ayudarnos«, dijo al Daily Mail el profesor Yury Bubeyev, un planificador líder para viajes espaciales de larga distancia. «Uno de ellos es el uso de prácticas de estados alterados de conciencia a través del yoga tibetano, en los que los monjes budistas han tenido más éxito».
Este método, junto con otras técnicas, puede resultar fructífero para los cosmonautas en una misión espacial de larga distancia. Pueden alcanzar un “sueño prolongado” durante el vuelo, lo que los hace usar menos recursos y, por lo tanto, aumenta su resistencia a la radiación, disminuye las posibilidades de fricción en entornos estrechos en una nave espacial y menos posibilidades de conflictos interpersonales.
“Le pedimos al Dalai Lama que nos diera la oportunidad de estudiar la actividad eléctrica del cerebro de los monjes practicantes más exitosos. A su vez, el Dalái Lama propuso que estudiemos el fenómeno de la meditación póstuma”, dijo el profesor Bubeyev.
Un equipo de investigadores ha estado trabajando con los monjes tibetanos desde 2017 y espera reanudar el estudio cuando termine la pandemia.